14/1/09

Sendero

Hice lo que otros dijeron... y quedé ciego.
Vine cuando me llamaron... y me perdí.

Entonces les dejé a todos... también a mí.
Para encontrarles a todos... también a mí.

Rumi.

13/1/09

Felipe Berríos, el TranSantiago y las castas en Chile.

Leo en El Mercurio, algunas dolidas reacciones por el texto del sacerdote Felipe Berríos en relación a la distancia que están algunas universidades privadas, y por tanto el ámbito formativo de algunos futuros profesionales, de la realidad mayoritaria del país.

Celebro la claridad y la inteligencia de Felipe. Noble y principal función de un guía espiritual es también sacudir a su rebaño en relación a sus cegueras e inconsistencias. Les guste o no. Sus feligreses debieran saber escuchar con humildad y callar, antes que nada. Poco se oye cuando uno habla.

Es uno de los mayores peligros para el desarrollo de la sociedad, y hoy por hoy un mal muy avanzado en el mundo, la fragmentación de los pueblos en diversas identidades separadas, que no se mezclan y por ello se desconocen.

El desconocimiento del otro y sus singularidades, sus modos de vivencia y convivencia, lleva con facilidad a la desconfianza, y de ahí a la hostilidad y la defensa paranoide, hay un pequeño paso.

Para quién hoy es dudoso de que hayamos ya constituido al menos dos países. Hay comunas del barrio alto, donde no sólo sus Universidades sino en general sus instalaciones, facilidades y servicios nos trasladan a los países desarrollados del norte. Hay gente para la cual el centro queda en el Cantagallo, avenida Las Condes por el 12000.

Leí el mismo día en El Mercurio, declaraciones del ministro Cortázar acerca de que el Transantiago estaría ya a niveles internacionales.

Claro, si pensamos en La Paz, Bolivia o Caracas, Venezuela, seguro que estamos mejor. Cortázar mira estudios técnicos que hablan de frecuencia y estabilidad del sistema. Cortázar no se sube a una micro para ir a trabajar cada día.

Por lo tanto nada se dice de la incomodidad, el deplorable estado de las máquinas, que con la vuelta de las micros amarillas trajo la mala amortiguación, los asientos desvencijados, la estabilidad más propia de un camión de carga que de un bus de pasajeros. La mugre, pegoteada con un trapo empapado vaya uno a saber en qué sustancia, en todos los rincones de las micros. Nada se dice del apiñamiento en los paraderos, del trato de los choferes, de su obvio estado mental.

Pero, es lo mismo a lo que apunta Berríos. ¿Hace cuánto que Cortázar no se sube a una micro? (por necesidades reales y no políticas claro) ¿Hace cuánto que la clase política no educa a sus niños en colegios accesibles a todo el mundo? ¿Hace cuánto que los mismos dirigentes no se atienden en hospitales o consultorios públicos? Décadas.

Hay dos países. Los gobernantes viven en el primer mundo sin duda. Manejan al tercer mundo de la otra mitad del país, viendo informes técnicos, la realidad en pantallas de computador. Lejos de tener una experiencia directa de los servicios que administran.

Los gobiernos administran un país teórico, asistidos por los medios de comunicación que dan a creer que el mundo es su versión. El país real es otro. Y no apunto aquí a si es miserable o no, porque también hay un pueblo vivo, gozador, con sus tradiciones y rebusques a la buena vida que no se compra.

Apunto al problema de que nos estamos volviendo desconocidos, nos tememos y desconfiamos, y así cuando nos cruzamos, la hostilidad es muchas veces nuestra herramienta de relación. Eso tiene consecuencias.

Hay por ahí algún místico Oriental, al cual le preguntaron por la delincuencia en los países desarrollados, y el contestó ¿delincuencia o equilibrio?

Si forzamos la separación de dos mundos, un desequilibrio franco, sólo propiciamos ajustes de equilibrio en la misma medida.

Nuestro problema de clases, evoluciona, transformándose en un asunto de castas.

Bien por Felipe, ¿qué hará en la iglesia este muchacho?

7/1/09

Asaltos, ¿ violencia creciente ?

Ayer le quitaron el auto a golpes a una señora cerca de donde almorzaba. Una Murano nuevita, la señora llena de signos de poder y dinero. Los asaltantes bien organizados, rápidos. Probablemente la venían siguiendo.

Con mucha incomodidad, vino a mi mente un fragmento de un diálogo de alguien con Osho, que leí.

Alguien le pregunta por la delincuencia, y él dice:

¿Delincuencia? ... .... ¿o equilibrio?

Y luego hace una reflexión sobre la violencia del que tiene y es despojado violentamente, y la que vive el que no tiene mientras otros acumulan basura....

Es duro, yo también estoy del lado de los ricos al menos para los pobres, para los que limpian ventanas o hacen piruetas por unas monedas... es así, por ahora.

Qué violenta escena un asalto, qué violación del alma para la víctima. ¿Cuán violados han sido los asaltantes? La violencia tiene mil caras.

Es fácil situarnos de víctimas.

Nos llenamos de alarmas, medidas de seguridad.

Guardias privados, pobres, mal pagados, violentados, igual que nuestras policías que por unas chauchas y un par de patadas en el traste, cuidan lo que otros tienen.

Todos estamos en el mismo circo.

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...