16/5/17

Recuerdos de Izquierda

Estuve recordando... tiempos de Allende, mis padres, cándidos, alucinaban con el mundo equitativo que contruibuían a crear. Mi padre desde Codelco trabajando activamente en la nacionalización del cobre. Mi madre asesora directa de la Ministra en el muy novedoso Ministerio de la Mujer... Mi abuelo materno, arquitecto industrial de renombre y amigo personal de Allende, enfocado en la industria, la vivienda y la escuela obrera... Era un mundo de esperanza... Hoy entiendo porqué lo que hoy es el GAM es un refugio emocional, en mis momentos oscuros me paseo por sus rincones y me tomo un café y me siento en casa... era llamado la UNCTAD, convención de la que fue sede, y luego se transformó en un edificio que alojaba exposiciones sobre la minería, el petróleo, la naciente industria nacional en esos campos... pero además, y algo que era en extremo impactante para mí, un niño de unos siete años, había un enorme y arquitectónicamente bello comedor popular, que servía alimento en forma gratuita para cualquier ciudadano... Cosas de niño. Tiempos de un delirante que soñó con un mundo distinto saltándose el pueblo de sometidos y el ejército de los sometedores, en plena vigencia. Tiempos de esperanza y alegría para mí. Por mi casa en esos días, pasaron exiliados Brasileros, Argentinos y Uruguayos. Funcionarios internacionales de gobiernos socialistas en colaboración con la aventura chilena. Activistas obreros canadienses, curas obreros, Jesuitas de manos a la obra. Se juntaba esta fauna alucinante y compartían la simplicidad de la vida. La vida era muy simple. Se cantaba, la gente se visitaba cualquier día, se armaba una cena con nada y vino. Había consciencia de África, de pueblos indígenas. Había sueño de oportunidades. Los momios eran pocos y daban risa... inocentes, no eran ni pocos ni divertidos, sólo que no se veían porque no iban a la UNCTAD al comedor popular ni a las exposiciones sobre producción del cobre recientemente nacionalizado ni mucho menos a pasear a la Quinta Normal el domingo a comer coco confitado que te dejaba la boca llena de algo intragable pero el alma plena de la felicidad de todos...

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...