8/9/11

El fracaso de un sexólogo. (Silicone + Viagra times...)

En el trabajo profesional con parejas se me presentó algo que me llevó a iluminar aspectos de la relación de pareja que no había ordenado así antes.

Me consultó una pareja que había trabajado dos años en terapia con un sexólogo. Inicialmente habían estado preocupados por las dificultades en esa área (falta de deseo, relaciones algo mecánicas, evitación del encuentro particularmente ella).

Por recomendación de su psiquiatra, él acudió a un sexólogo que comenzó a trabajar con ambos, apuntando específicamente a la decaída actividad sexual. Los estimuló a cuidar el estado físico, el arreglo personal, a comprar ropas nuevas más juveniles. Los invitó a señalar y cuidar espacios para encontrarse en la semana, cenar, café, actividades de esparcimiento y culturales. Les sugirió el uso de viagra y equivalentes y a ella le abrió el mundo de los implantes de silicona y la lencería erótica.

El resultado era no muy alentador, rodeados de nuevas ropas, actividades y sugerentes juguetes, pastillas y voluminosos implantes, su situación íntima no cambiaba. El viagra dejó de surtir efecto, ella se arrepintió dolorosamente del aspecto que le daban los implantes y cómo le quedaron los labios y pómulos inyectados.

El sexólogo tenía aún más recursos, dada la inutilidad de lo previo les sugirió hacer proyectos juntos, construir una casa en la playa (con crédito, claro), viajar por asia... ... a él le propuso un implante inflable en el pene... ... ... ...

En ese punto se sintieron incómodos con el abordaje del profesional y por una sugerencia de amigos decidieron recurrir a un psicoterapeuta.

Lo que para mí al recibirlos, ya en el primer encuentro fue impresionante era lo lejanos que eran ellos uno a otro, quizá lo que los unía era el interés por pedir ayuda. Revisando sus vidas, no tenían casi nada en común y tampoco mucho interés en desarrollarlo. Lo que les quedaba era la crianza de unos hijos ya grandes, una vida social ritualizada de la que ambos se declaraban aburridos pero no se atrevían a apartar, y la administración de su hogar y algunas propiedades.

Carecían de un proyecto de pareja. No había proyecciones. Indagando un poco más, buscando si el estado de cosas era desde siempre o había un punto de quiebre en la historia común, habían ocurrido hechos dolorosos de traición a ciertos acuerdos por parte de él, y mucha rabia y dolor en ella. Con el tiempo fueron enterrados.

En éste primer encuentro ella vio y declaró sorprendida haber entendido que ella se retiró, se puso a distancia de él.

Él comprendió en ese momento y lo dijo, que luego de lo ocurrido, él intentaba buscar la cercanía acosándola, exigiéndole sexualmente, sus "deberes de esposa" a lo que a veces ella accedía con desgano, haciéndolos a ambos sentir cada vez peor. Hasta que él, cansado, se retiró a una distancia cómoda.

Es así como llegaron a hacer la diferencia central entre "falta de sexo o problemas sexuales" y "falta de intimidad y problemas en el encuentro de pareja".

Todo esto movilizó el inicio de un proceso terapéutico en pareja acerca del que por ahora nada puedo decir excepto que se inició con interés, y con el foco en el problema del encuentro y la intimidad.

Encuentro e intimidad, versus sexo, técnicas. Lo encuentro muy elocuente.

4/9/11

Cobijo a los niños que quedan

Fuerza a las admirables compañeras de viaje que acunan y acompañan a los niños huérfanos del desastre y a sus familiares. Después de un largo aislamiento de 7 años, "La Comunidad Como Camino" se me abre con sentido. Soy lo que pude, somos los que somos. ¿somos o no somos? Ojalá algún día pronto perdamos la noción de raza, nacionalidad y credo y así como podemos acoger a los hijos de nuestros vecinos, lo hagamos con un huérfano de un narco de La Victoria, o de un Carabinero mártir, de un árabe del conflicto de medio Oriente, de un soldado israelí, de un mapuche de nuestras tierras, de un etíope tan ajeno.... Perder el sentido de propiedad, hasta para dar caricias, cobijo y alimento... 1 comentario 1 comentario Roberto Rocha Muñoz Bonito espiritu Matías....un anhelo maravilloso el que enuncias y regalas, lo acogo y me sumo a él.....ojala algún día podamos vivirlo.... 1

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...