30/11/11

Amor y Revolución

“Si logramos que de las relaciones de amor desaparezca el ciego, exigente y absorbente sentimiento pasional; si desaparece también el sentimiento de propiedad lo mismo que el deseo egoísta de ‘unirse para siempre al ser amado’; si logramos que desaparezca la fatuidad del hombre y que la mujer no renuncie criminalmente a su ‘yo’, no cabe duda que la desaparición de todos estos sentimientos hará que se desarrollen otros elementos preciosos para el amor. Así se desarrollará y aumentará el respeto hacia la personalidad del otro, lo mismo que se perfeccionará el arte de contar con los derechos de los demás; se educará la sensibilidad recíproca y se desarrollará enormemente la tendencia de manifestar el amor no solamente con besos y abrazos, sino también con una unidad de acción y de voluntad en la creación común.” Discutía contra esa peculiar forma de la pasión que acompaña al modelo del “amor romántico” burgués, que no es nada menos que el sentimiento de propiedad trasladado a las relaciones personales, cosificando a las personas y engendrando los celos y también la violencia. Planteaba una perspectiva libertaria para el amor entre los seres humanos, acompasado por los ritmos de una revolución social que lo transformaba todo."

Con esas palabras, Alexandra Kollontai cerraba su Carta a la Juventud Obrera de 1921, también publicada como El amor en la sociedad comunista. Su voz fue una de las tantas que se alzaron en los primeros años de la Revolución Rusa de 1917 para debatir sobre el amor, el matrimonio, las uniones libres, la sexualidad, la extinción de la familia, la socialización del trabajo doméstico, la educación de los niños, el derecho al divorcio y al aborto, entre tantas otras cuestiones que hacen a la vida cotidiana.

Y estos debates, sus avances y retrocesos, el desgarramiento entre una sociedad nueva por nacer y la vieja sociedad reaccionaria y opresora que se derrumbaba, se describen y analizan en "La mujer, el Estado y la Revolución", una exhaustiva investigación de la historiadora norteamericana Wendy Z. Goldman que, por primera vez se presenta en castellano en esta edición conjunta de la agrupación de mujeres Pan y Rosas y Ediciones del IPS.

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...