14/8/16

Adaptarse al Otro como camino al quiebre

Desde pequeños desarrollamos la capacidad de adaptarnos, unos mas que otros, de modo de asegurarnos un lugar de afecto en la familia. Dependiendo de cuan incondicional haya sido nuestra crianza, estaremos dispuestos a renunciar a una importante porción de nuestra esencia a cambio de sentirnos afectivamente seguros. Cuando crecemos, tendemos a buscar el afecto adaptándonos al otro, siendo complacientes y generosos, a costa de nosotros mismos. Creo enfáticamente que no es un buen aporte a relacionarnos. Efectivamente si te adaptas mucho a mis necesidades, evitamos conflictos. Pero eso te va invisibilizando a mis ojos, no hay otra, no hay contraparte. Hasta que, mi frustración de no estar con alguien bien definido, dueño de sí, y tu frustración acumulada de ceder al punto de desaparecer, produce un estallido. Una disputa muchas veces por casi nada. La diferencia genuina y ocultada irrumpe,vuelves a aparecer, te veo, y tengo con quien relacionarme. La clave entonces no es la evitación del conflicto a costa de renunciar a si mismo. La clave sería aprender a sostener y cursar el conflicto en pleno respeto por si mismo y el otro. De un modo *creativo y constructivo*. Es importante, si yo no renuncio a mí, la fuerza de mi ser necesita de la tuya, en conflicto creativo, para avanzar en una verdadera relación.

Adaptarse al Otro como camino al quiebre

Desde pequeños desarrollamos la capacidad de adaptarnos, unos mas que otros, de modo de asegurarnos un lugar de afecto en la familia. Dependiendo de cuan incondicional haya sido nuestra crianza, estaremos dispuestos a renunciar a una importante porción de nuestra esencia a cambio de sentirnos afectivamente seguros. Cuando crecemos, tendemos a buscar el afecto adaptándonos al otro, siendo complacientes y generosos, a costa de nosotros mismos. Creo enfáticamente que no es un buen aporte a relacionarnos. Efectivamente si te adaptas mucho a mis necesidades, evitamos conflictos. Pero eso te va invisibilizando a mis ojos, no hay otra, no hay contraparte. Hasta que, mi frustración de no estar con alguien bien definido, dueño de sí, y tu frustración acumulada de ceder al punto de desaparecer, produce un estallido. Una disputa muchas veces por casi nada. La diferencia genuina y ocultada irrumpe,vuelves a aparecer, te veo, y tengo con quien relacionarme. La clave entonces no es la evitación del conflicto a costa de renunciar a si mismo. La clave sería aprender a sostener y cursar el conflicto en pleno respeto por si mismo y el otro. De un modo *creativo y constructivo*. Es importante, si yo no renuncio a mí, la fuerza de mi ser necesita de la tuya, en conflicto creativo, para avanzar en una verdadera relación.

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...