Antes de enjuiciar mi vida,
mi forma, mi línea, mi personalidad, etc...
ponte en mis zapatos,
recorre el camino que he recorrido,
vive mis desafíos, miedos, penas, dudas, alegrías,
tropieza ahí donde tropecé
y levántate así como yo me he levantado.
Cada quién tiene su propia historia,
solo ahí podrás saber quién soy...
y créeme, se te pasarán las ganas de enjuiciarme,
Que lo que veas no resuene contigo, es otra cosa,
que no necesita sentencia.