26/7/14

Pasión por la esclavitud voluntaria

Parafraseo a Etienne de la Boetíe en su Discurso de la Pasión por la Servidumbre Voluntaria porque no hay nada de lo que estoy pensando que no quede abarcado por aquél precoz patriarca del linaje de los Anarquistas profundos. Los buscadores de la libertad personal y la responsabilidad en la propia consciencia. De pronto se me unieron varias observaciones claras a lo largo de mi vida. El Estado, una creación de todos, un esfuerzo comunitario, aquello a lo que todos damos vida y sentido en esta actual forma de organizarnos como comunidad, El Estado es tu dueño. Es tu Amo. Es amo y señor de todas tus fantasías de libertad. Por ejemplo, si te arrogas el derecho sobre tu actual existencia terrena, y decides quitarte la vida, nosotros, los demás, tu comunidad, representados por El Estado y sus agentes, te declararemos criminal y serás, en caso de sobrevivir Dios no lo quiera, perseguido y encarcelado, de aplicarse la ley tal cual está escrita. El Estado, todos los demás menos tú, somos dueños de tí y tu voluntad de existir. Si se te ocurriera educar a tus hijos por tu cuenta, lo mismo, caes fuera de la ley. Si tu claridad de que el Estado educa bajo sus parámetros y quisieras criar seres libres, dándoles la educación que te parezca, deberás hacerla reconocer por el Estado, o al menos dejar examinar a tus hijos así educados para que se compruebe que estás al menos siguiendo los planes del Estado. Y como hoy es muy claro por las acciones de los grupos feministas por estos días, nadie es dueño de decidir sobre la continuidad de un embarazo, mucho menos la madre que gesta en su vientre. Es el Estado el que decide. El Estado es dueño de tu embarazo. Toda acción abortiva, es un delito y tiene las consecuencias correspondientes. No hasta hace mucho la pederastía era castigada. Hoy no lo es legalmente, pero puedes morir a manos de amables muchachos fascistas que pueden darte una golpiza a muerte por tus opciones sexuales, como a más de un conciudadano ha ocurrido. Nosotros, tu comunidad, no respetamos la forma en que concibas el placer y el intercambio amoroso del mismo con quien te parezca. Así nos amamos unos a otros en éste mundo, así nos amamos a nosotros mismos. Llenándonos de reglas y castigos, para cualquier retoño o asomo de acción libre. Bakán. Lindo. Hoy, estoy harto de mi humanidad occidental "civilizada" En nada nos distinguimos esencialmente de un muchachón de Hamás o un hombrón del Ejercito de Israel. Que sea lo que Dios quiera. Está de mi parte, por cierto.

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...