Equilibrio en Psicoterapia

Entre el adulto y y el la niña niño herid@ hay un delicado equilibrio necesario. Es fácil caer en "soy adult@ y me la puedo" y desoír, desatender el dolor infantil y actual, que son parte nuestra y necesitamos integrar. Dolerse, permitirse sentir, y acogerlo amorosamente, aceptando lo que es tal como es, es el equilibrio. Del mismo modo, podemos caer en el otro polo, del dolor infantil y como niños creer que no podemos solos, olvidándonos del adulto crecido y pleno que también somos, quedando en el terror y la dependencia de otro adulto que haga el papel ilusorio de una figura parental que nos resuelva. Ambos polos, una trampa. La identificación rígida con el la niñ@ herida es la base del fenómeno borderline, que sin embargo no me parece una estructura sino, una organización que puede ser modificada en torno a soltar la identificación del yo con funcionamientos más infantiles y tanto primarios como primitivos. Tiendo a dudar de las estructuras como tales, he visto transformaciones radicales en mi clínica... La personalidad es un mito de raíz en las identificaciones, en particular, las identificaciones con las proyecciones recibidas de nuestro entorno primario, pero además, y esto es crítico, también de las proyecciones que hacemos como terapeutas sobre nuestros consultantes. La terapia sirve, y es una herramienta de transformación muy potente, cuya potencia depende del horizonte de mirada del terapeuta. Tu modelo no sólo son tus límites, son los límites y limitaciones que ofrecerás a tus pacientes.