31/12/08

Morir es cierto

De hecho la muerte es roca sólida, realidad en estado puro.
La frase me impactó hace años, Morir es cierto, decía Roser Bru en una serie de bellos grabados.

¿Cuánta gente se va a dormir cada día pensando en las cosas del día siguiente, y no despierta más, muere en el sueño?

Vivimos como si cada nuevo día fuera una cosa ordinaria, dada por hecho.

¿En qué nos basamos para creer que la existencia es eterna, tal como se nos presenta hoy?

No es que mi veta melancólica esté por predicar una cierta adicción a la vecindad de la muerte, como un modo amargo de vivir.

Lo que pasa es que es tan evidente y tan simple, pero tan negado y apartado de nuestras consciencias.

Vivimos sufriendo porque las cosas no son como deberían ser, según nuestras creencias.

Es tan sólido el hecho de que las cosas son lo que son. No lo que queremos que sean.

El sufrimiento se constituye en esa lucha, contra lo que es como es, y fundamentalmente grave es cuando se trata de nosotros mismos.

El terapeuta que soy vive de eso, de la lucha que establecemos, a veces a muerte, contra el que somos esencialmente. Digo lucha a muerte porque muchos cánceres y otras enfermedades se presentan ante el terapeuta como un lento suicidio, un castigo.

Es largo de explicar, pero a este punto me llevó el psicoanálisis, y en este punto me encontré el budismo. Es también mi punto de partida en la psicoterapia seria, el encuentro con Humberto Maturana, Todo lo dicho es dicho por alguien, y la "verdad" en la que creemos no es más que un conjunto insustancial de criterios de validación de lo que consideramos cierto.

Esencialmente, no hay fundamentos en lo que pensamos. La naturaleza es natural y eso nada tiene que ver con nuestras opiniones.

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...