26/1/08

Rudolf Steiner, Antroposofia, Medicina, Pedagogia Waldorf.

A la antroposofía llegué por su medicina. Luego de años de padecer una sinusitis crónica con frecuentes episodios agudos que eran tratados con antibióticos cada vez más fuertes, llegó un momento en que el antibiótico usado me hizo sentir tan mal, que juré nunca más utilizarlos.

Comencé una búsqueda desconfiada en las medicinas alternativas, varias me interesaron, pero ninguna me hizo tanto sentido y claro efecto como la medicina antroposófica, en ese momento con la Dra. Blanca Ortúzar. El cuadro de sinusitis infecciosa con fiebre alta con el que llegué a consultarla, mejoró en unos 10 días, y luego de un año de tratamiento ininterrumpido con homeopatía antroposófica (diluciones bajas en relación a homeopatía tradicional) desaparecieron los cuadros de rinitis que eran muy recurrentes. Tuve un par de sinusitis infecciosas más en dos años (muy poco para lo acostumbrado) y luego de eso en 6 años he tenido uno o dos. La rinitis prácticamente desapareció, la última primavera en pleno auge del problema del plátano oriental, no tuve molestia alguna.

Al ver los resultados, comenzamos a ir en familia. A la fecha mis dos hijas se han tratado sólo con este tipo de medicina con resultados notables, han cursado todas las enfermedades infantiles sin requerir antibióticos, analgésicos ni antipiréticos. La fiebre es bienvenida como parte de una reacción del organismo.

Las explicaciones, mejor ni les cuento, insoportables. Pura metafísica. Todo tipo de entelequias suprasensibles, seres y campos de existencia en los más diversos niveles sutiles. Para mí, un delirio total. Con todo respeto.

Sin embargo, me quedo con las palabras de mi querido maestro Jorge Fernández Tornini, "el método, se valida por sus resultados". Escapándole a las extrañas explicaciones, en las que sólo quedaría creer a ciegas porque no hablan de nada que esté en la experiencia, al menos en la mía, nos quedamos con la práctica. Los médicos dentro de este enfoque son excepcionales en su entrega, rigor, dedicación a sus pacientes, y sin duda alguna, resultados. En un cierto sentido son como médicos a la antigua, ven a la familia, dan indicaciones de sentido común, si bien es una "medicina ampliada" en el sentido de servirse de todos los recursos de la medicina, sin rechazar nada.

Una cosa lleva a la otra. Con gran temor inicial de mi parte y luego de una espantosa experiencia con nuestra hija mayor en un colegio Montessori, entramos a la pedagogía Waldorf, Al Jardín Akelae y al Colegio San Cristóbal, que constituyen la tercera destilación de la pedagogía Waldorf en Chile, que para mí tenía fama de cerrada al mundo y sectaria, muy fundamentalista.

Debo decir con entusiasmo que mis prejuicios y temores iniciales se vieron rápidamente aliviados. Y me fue conquistando una pedagogía que aborda a los niños y a su familia de un modo integral, entendiendo profundamente lo que cada edad y momento del desarrollo requiere y puede lograr, facilitando el camino sin empujar, en un contexto donde lo estético, lo armónico, la imaginación y la creatividad se entretejen con el asombro ante la existencia.

Mis hijas se han desarrollado de tal modo que no podría imaginar nada mejor, y en general es lo que vemos en los otros niños. Otra vez, si voy a las explicaciones, no lo tolero, me salen con todo tipo de entidades invisibles... no puedo con eso. Pero si me pongo a observar lo que sí veo, el modo de trabajar, el compromiso y la pasión de los profesores, la madurez de ellos para enfrentar los problemas propios de la comunidad escolar, las ganas con las que mis hijas van a clases, cómo se desarrollan, la actitud ante el mundo y el conocimiento que van desarrollando... no imagino nada mejor. Ayer mi hija estaba preocupada por la fecha en la que volvíamos de vacaciones, no quiere perderse un sólo día de clases...

Circunstancias me llevaron a conocer otro aspecto de este grupo de gente. Su granja terapéutica en Curacaví. Tuve en tratamiento a un buen hombre con el que no había podido un buen número de profesionales de la salud mental, la cúspide de los expertos se daban por vencidos con él.

Hice el contacto y en un notable proceso este muchacho ingresó en la granja terapéutica (nadie está allí a la fuerza). Otra vez prefiero obviar la metafísica. Lo que vi es que lo enchufaron en la realidad más básica. Dormir con la noche, despertar con el día, una alimentación de lujo en horarios bien cuidados y por sobre todo el más intenso trabajo corporal que implica llevar adelante una granja con cultivos diversos y lechería. Para no alargarme puedo decir que hasta donde he sabido ese hombre en algo más de año y medio está transformado en un alegre y sabio granjero que ha desarrollado varias de sus capacidades a niveles sorprendentes.

En algún minuto ante todo esto tuve el interés de conocer el pensamiento de Steiner. Asistí a un seminario en torno a su libro "La Teosofía". Partimos bien, el tipo invita a hacer ciencia de lo suprasensible. Digamos que era leal a la pregunta de Groucho Marx que encabeza esta página ¿a quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos? Propone creer a la propia experiencia y que para ello las personas deben alcanzar lo suprasensible como experiencia personal para luego hacer ciencia acerca de lo que serían experiencias accesibles a varias personas. El problema es que se queda en la invitación. Y se manda con descripciones de su percepción del mundo. Insoportable para mí, creer o creer. Para avanzar en el estudio sólo queda creer que el hombre tuvo esas experiencias del mundo y la existencia, y seguir sus elucubraciones. Para mí imposible, eso es del plano de la religión institucional, donde a uno le dicen como son las cosas que uno no ve, y uno cree en eso y sigue. Ya tuve suficiente con mis años de psicoanalista y las invenciones freudianas acerca de lo humano. Otra religión equivalente.

Lo más cerca que yo estoy de la religión es el encuentro con lo misterioso, con la apertura de lo incognoscible, pero no con el relleno que alguien quiere ponerle desde sus voladuras personales. Hay otro libro en que Steiner propone un método para alcanzar percepción de los mundos ocultos. No me convence.

Sin embargo, sigo convencido con estas prácticas que se derivan del pensamiento de Rudolf Steiner, sólo por su cara visible, con eso me basta y me convence. No deja de producirme inquietud profunda el que todo esto venga de tan ajenas visiones...

5 comentarios:

Pabloini dijo...

Hola amigo, soy Pablo de Buenos Aires. Llegué a tu post "googleando" "antroposfía + marxismo"... jaja! porque soy marxista (no de groucho sino de karl) y porque estoy evaluando mandar a mi hijita violeta taís al colegio rudolf steiner de buenos aires. Y estoy tan emocionado como austado. Imaginate, si bien no estoy tan seguro que sea todo delirio, lo cierto es que no tengo nada que ver con el esoterismo, pero me emocionan, me emocionan profundamente, muchas cosas que leo sobre el método pedagógico y lo que veo en los mismos chicos cuando salen del steiner... y pienso como vos que "lo que vale son los resultados". Por eso y por tu brillante post, por tu apertura mental, te agradezco muchísimo y te felicito. Fue de gran ayuda. Se lo voy a enviar a mi hermano menor que el aún está más asustado de que mi hija se cría en una "burbuja esotérica y social" (los colegios waldorf no son por cierto económicos).
Así que te repito el agradecimiento y la felicitación y, si pudieras, que me comentes más de la experiencia, del fracaso montessoriano (mi hijita tiene hoy dos años y dos meses y está en un jardí de infantes/escuela de arte montessoriano y le está llendeo de maravillas y cada vez mejor),como así también me cuentes lo que sepas de la homeopatía antroposófica.
Gracias!!!!
Pablo Muggeri, Inés y Violetita Taís
Buenos Aires

mfd dijo...

Hola Pablo,
Lo primero que se me ocurre es comentar eso de una "burbuja esotérica y social"... ¿y es que acaso los niños que sufren un adoctrinamiento llamado educación estándar, con padres atados al mundo de la imagen, consumo y exitismo desesperado, no están en una burbuja esotérica y social? Niños rellenados desesperadamente de información y abandonados de una formación, niños llenos de deberes insuperables con nociones de futuro, éxito, riqueza y pobreza, winners y loosers, desde los primeros años de la básica... atiborrados de una televisión que nadie sabe porqué es como es, nadie alaba, pero todos ponen a sus hijos a verla...

Lo que cambia es la burbuja, o dicho de otra manera, la comunidad de sentido de la que uno forma parte. Dichas comunidades son muchas, por ejemplo, para mí, el psicoanálisis, la sistémica, el budismo zen, la bicicleta, el violín, la música primitiva de los invasores norteamericanos, ... ... A veces se suman.

En mi participación del colegio Waldorf, la comunidad está dada por lo que entiendo como sentido común, y no comulgo con lo que es también una comunidad de sentido para muchos ahí, la espiritualidad "a la antroposófica". Sin embargo nos llevamos de lo más bien, y además contra mis prejuicios, lejos de ser una comunidad cerrada, se me han abierto puertas para colaborar y participar sin ningún tipo de traba.

Hay una diversidad de colegios Waldorf, lo digo en mi nota, estamos en el más "laico". Los hay sectarios, rígidos, más cerrados al mundo masivo. Hay algunos ligados a comunidades antroposóficas que son más duros en ese plano.

¿Pero no es "duro" acaso un colegio anglofílico, que discrimina a los no deportistas, estimula la competitividad y es seriamente obsecuente con la situación económica de los padres?

El costo en Chile es diferente, pagamos muy barato al lado de lo que se paga por un buen colegio particular. En Chile la educación barata no es algo pensable para padres con educación universitaria que buscan educar a sus hijos mínimamente. La opción básica es particular.

Yo encuentro que no es caro además por la dedicación y excelencia, la formación permanente de los profes y las actividades agrícolas y muchas cosas que hacen que no son baratas en sí.

En cuanto al fracaso Montessoriano, habría que tener ojo, que la María Montessori no es la responsable de lo que otros hacen en su nombre. Su proyecto es impresionante, pero también muy difícil de llevar adelante sin tener la pasión religiosa que si tienen los antroposóficos.

A nosotros lo que nos pasó es que el kinder era muy parecido a lo Waldorf, pero 1º básico era casi como la entrada a la adultez, de golpe, para los niños. Mucha exigencia, poco esparcimiento, mucho énfasis en el rendimiento, las "herramientas" con las que había que "equipar" a los niños (como una 4x4) y un enfoque totalmente cognitivo. Los niños eran vistos como alacenas para llenar. En Waldorf son personas en desarrollo muy indagadas y respetadas en su individualidad.

Me impresiona siempre el conocimiento profundo que tiene la profesora de mi hija de los conflictos y características básicas, como los procesos de la edad que ella vive. La conoce a un nivel de detalle y con un aprecio, notable. No sólo eso, lo que nos conoce como pareja y familia es sorprendente. Para ella es parte de su trabajo. Y eso con los otros 24 niños del curso a los que acompaña con todas las singularidades de cada caso.

Otra diferencia notable es que las profesoras Waldorf que conozco son mujeres maduras, con mucha experiencia de vida, éxitos y fracasos, las más de las veces con un grado académico importante no pedagógico, que le aportan una mirada muy madura a su actividad.

En el Montessori que conocimos, algunas profesoras eran nenas recién salidas que evidentemente estaban complicadas por vivir sin los viejos y por la última noche con el novio ahora ex... qué se yo, cosas sanas y normales, pero yo para mi hija como profe prefiero alguien más cercano a una abuela, que viene de vuelta, que a una nena postadolescente encendida de dudas y angustias con la vida. Muchas veces digo que lo que me gusta del colegio es que a mi abuela le hubiera parecido perfecto. Mi abuela era una matrona (partera) de barrio, argentina de orígen, traída a lomo de mula a Chile por un padre recién viudo arrancando de las deudas de truco en tu país, qué se yo, una mujer de la vida como cualquiera que no quería ser mejor ni peor, vivía, amaba y odiaba como todos.

La homeopatía antroposófica es algo diferente en tanto trabaja más con diluciones bajas. Las razones entran en la metafísica antroposófica que no intento comprender por ahora. Puedo decirte sí, que en cada médico antroposófico que conozco, encontré un médico, un MÉDICO, como los de antes, un médico del cuerpo, del alma y de tu lugar en el mundo. Que se dan una hora, una hora y media cada vez, que pueden comprender tus procesos junto con los del resto de la familia. Nosotros aceptamos el enfoque de médico de familia. Los dos que más conozco son de un ojo clínico y una capacidad diagnóstica que hoy ya no se ve en la medicina tan basada en aparatos.

No se me ocurre qué más comentarte. Escríbeme si te hace falta. Por mí encantado.

buzon@follia.cl

Pabloini dijo...

Una vez más agradezco tu amabilidad
Pienso muy, muy parecido a lo que dices. Si bien en Argentina la historia hizo que tuviéramos una aceptable educación pública (en algunos casos muy buena), a mi criterio últimamente esto se ha degradado hasta límites difíciles de sostener... sobre todo en la primaria...
Aparte de eso, los waldorf no son los privados más caros aquí tampoco, están lejos de serlo...
Estoy totalmente de acuerdo con tu posición acerca de la burbuja... personalmente pienso que la peor burbuja es la que no se sabe que existe. Amén de ello, sí pienso que uno debe anotar los riesgos y hacer algo a nivel familia para compensarlos... pero coincido en lo básico.
Desde ya que no pensábamos mandar a nuestra hija a un colegio de snobs como el que describís en alternativa a la "burbuja" waldorfiana. Pero creo que en el Estado también se vive en una burbuja, pero con las peculiaridades de nuestro país: la burbuja de creer que la escuela pública puede cumplir bien su rol educativo mientras tiene por delante la necesidad de "contener" socialmente a los chicos para que no salgan del sistema educativo vía abandono o deserción.
Y, sobre todo, el hecho de que esto parece no importarles ni a los padres ni a los docentes. Y este es un tema básico: si no hay comunidad educativa (cosa que sí existe en las waldorf), poco podrá esperarse.
Esto sin nombrar de que la vieja "ventaja" de la escuela pública hace rato que dejó de ser tal en Argentina. Esa ventaja era que la escuela pública representaba una oportunidad para vivir la heterogeneidad social, religiosa, cultural, ideológica. Eso, cada vez más, fue reemplazado por eso de que al colegio público van los que no pueden o no se interiorizan para acceder a algo mejor. Si bien sigue sin tener la gravedad de otros países de américa latina, esto también se está dando acá. Los judíos mandan sus hijos a colegios de la colectividad. Lo mismo hacen los musulmanes. Los ricos buscan colegios de ricos y la clase media colegios cuatri o quintilingues en la ensoñada perspectiva de lograr una garantía escrita para "pertenecer". Muchos padres intelectuales, preocupados por el futuro de sus hijos y de la sociedad, exploran alternativas nuevas como son waldorf y montessori, y en esta exploraciòn y apertura el estado se quedó francamente atrás y no es alternativa para este perfil de padres entre los que me incluyo.
Bueno, agradezco muchísimo tu interesante blog y aún más tu amable respuesta.
Un gran saludo

Unknown dijo...

Hola Matías;
Yo tuve a mis dos hijas en un jardín Waldorf que hubo en Curacaví, ya no hay nada parecido, él más cercano queda a 1:30 hrs de nuestra casa así que... se fueron a un "particular rural" más cerca de acá, un colegio inglés de poquísimos alumnos, absolutamente rural, lo que lo salva de ser más de lo mismo.
Un poco añoro esa formación que recibieron, sobretodo mi hija mayor que estuvo desde los 3 años hasta los 6, el último año con una GRAN MAESTRA. La consecuencia de esos años ha sido pura armonía, le fascina aprender, no le cuesta nada además, y yo creo firmemente que se lo debemos a la formación inicial que recibió en ahí.
A mí tampoco me calza nada que suene a religión, he leído varios libros de R. Steiner, hay muchos puntos que no comparte, de partida en esa época Latinoamérica era una niebla perdida en el más allá; entre los cereales que menciona Steiner nunca estuvo la quinoa, no existía; y siento que la antroposofía en muchos aspectos sigue anclada en la europa de principios del siglo pasado.
De todas maneras, me he ido acercando (y llevando a mis hijas) a esta medicina; ahora mismo estoy con una sinusitis y con tratamiento antroposófico, no puedo decirte que estoy tranquila, no, pero como dices por ahí, queda confiar, creer y esperar que la homeopatía haga lo que tiene que hacer.
Me gustaría decirle a Pablo que no tema por el cambio de colegio de su hija, nos puede costar entender la antroposofía a cabalidad, pero me parece que tiene muy poco de esoterismo, la pedagogía Waldorf es concreta y rigurosa, con mucha atención en cada niño y sus procesos físicos, intelectuales y espirituales. Recuerdo que a veces me hacía ruido el tema religioso, que roza lo todo, no?, pero logré zafar bien, mis hijas salieron muy fortalecidas de esa experiencia y nosotros todos como familia también. Nada, nada que temer. Aunque como en todo, tienes que estar mirando, ojalá participando, haciendo tus propias evaluaciones, pero no temas, hombre!!!
Saludos y gracias x este rincón
paola

Anónimo dijo...

jajajja
con razón sufría de rinitis alérgica. El cerrarse a entender el origen de la antroposofía y no tolerar las explicaciones metafísicas ,es sólo una manifestación de intolerancia y rigidez, propia de las personas con sus manifestaciones somáticas.
Le sugiero intentar con flores de bach..capaz que termine hablando con los ángeles.
Josefina.

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...