Matías Fernández Depetris
Psicoterapeuta sin club discípulo de Groucho Marx
(Fundador y miembro único de Psicoterapia Sinclubista Marxista)
22/5/14
Liberación de la Marihuana, ¿apertura o control social?
He venido viendo con interés cómo en diferentes lugares del mundo se liberaliza y despenaliza la marihuana, consumo y/o cultivo. En principio me parece genial pues la penalización sólo alimenta mafias, policías y políticos corruptos. He visto no sólo como en algunos estados del país del norte, una conocida marca de cigarrillos promociona ahora cigarrillos de marihuana en elegante y enmarcada cajetilla. Por el lado de la libertad y los derechos civiles, espectacular.
Sin embargo hay otra arista, como bien sabemos, los dueños de todo, y sus servidores, los gobiernos, la ley y sus administradores, no dan puntada sin hilo. Algo debe haber tras esta liberalización aparente. No creo que sea puramente una conquista legítima de los ciudadanos como parece ser.
En 25 años de experiencia clínica me he formado una opinión personal del efecto a largo plazo en consumidores frecuentes de marihuana. Personalmente mi consumo fue semanal mas o menos, durante un par de años en la universidad. Nunca me atrapó mucho porque no me gustaba el uso social, me sentía idiotizado rodeado de los mismos... pero la usaba en solitario, para escuchar música y sumergirme ante algún trago amargo. La Universidad misma era un trago amargo en tiempos de dictadura, un largo trago amargo. Posteriormente le he hecho el quite porque un tiempo lo que me provocaba era un dulce sueño extremo, despertaba al otro día totalmente enajenado del curso de mi ser durante la noche, no recordaba sueños, nada, era como que hubiera perdido todo ese espacio entre el consumo y el despertar. No tuve ni tengo dificultades con el consumo en términos morales. Los efectos en mí no me placen.
En la consulta, he tenido oportunidad de trabajar con mucha gente consumidora frecuente e intensiva, de largo plazo. He ido quedándome con la impresión que la marihuana es un gran facilitador y lubricante social, elimina las aristas conflictivas, la gente se suaviza y en mi impresión se vuelve complaciente. No son pocos los pacientes que consultando precisamente por la falta de voluntad para tomar decisiones necesarias en la vida, se comprometieron en el experimento de dejar marihuana y alcohol por un periodo de 6 meses. Sorprendentes efectos, algo antiguamente dormido despertó, se hicieron mas proactivos y decididos, conflictivos y agudos si se quiere, en el sentido de no transar con necesidades e impulsos creativos personales. Todos ellos en una retrospectiva mencionaron reconocer haber pasado años tolerando cosas que les eran muy lesivas en lo personal, sin hacer nada, y que claramente el pito era el facilitador. Conocido es el uso del alcohol o de los ansiolíticos en este mismo sentido, mi reflexión también vale, especialmente para los productos de la siniestra industria moderna de los psicofármacos.
A lo que voy, derechamente, es que me quedo con la pregunta de si todo el asunto de la despenalización o legalización de marihuana, no es un nuevo modo de control social de la conducta, para hacernos un rebaño complaciente, sensual (atrapados en la sensorialidad inmediata) y poder administrarnos así mas a gusto. ¿Recuerdan el "soma" de Huxley?
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