Gudo Wafu Nishijima, cuenta de un hombre a quien fascinaban los dragones, los estudiaba, los imaginaba, los dibujaba. Leía de dragones, soñaba con dragones, cantaba acerca de dragones. Sus murallas estaban llenas de bellas ilustraciones de dragones, sus muebles plenos de hermosas figuras de dragones.
Un buen día, un dragón pasaba por ahí y no tuvo mejor idea que asomarse por la ventana de la casa del buen hombre, el que al verlo, presa del más absoluto terror, cayó muerto al instante.
Tengo la impresión de que esta pequeña historia es tan cercana a mi vida. Cuántas veces desarrollamos interminables modelos mentales acerca de cosas que suponemos que nos gustaría vivir, pero una vez en ellas, no podemos de miedo frente a una realidad fáctica, ineludible, que no admite las decoraciones y matices para los que la mente se presta.
Viene a mi mente mi antiguo maestro Humberto Maturana, creo que de las cosas que más me marcó de su enseñanza era el énfasis en la distinción entre hechos y explicaciones. Las cosas son lo que son, lo demás son ideas, explicaciones.
Es la vieja idea de confundir el mapa con el territorio que representa. Los mapas por buenos que sean son mapas. Muchas veces vivimos la vida en mapas, dentro de nuestras cabezas, y cuando el territorio se nos hace presente con matices y detalles que no estaban en el mapa sufrimos insoportablemente.
Vivir en el pasado y en el futuro es vivir dentro del mapa. El territorio existencial es aquí y ahora. Lugar donde no hay espacio para dudas, las cosas son lo que son. En el mapa está lo que nos gustaría que fueran, o lo que podrían haber sido si es que las condiciones hubieran sido otras. Sin embargo, eso es fantasía. La realidad es sólida.
¿Cuánto tiempo de vida perdemos navegando en nuestras anticipaciones y lamentos por lo que no es como nos gustaría?
¿Cuánto más simple es vivir enfrentado a lo que es?
Simple no dice "fácil".
Matías Fernández Depetris
Psicoterapeuta sin club discípulo de Groucho Marx
(Fundador y miembro único de Psicoterapia Sinclubista Marxista)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A mis hermanos Psi
Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...
-
Jugando con Eduardo Smalinsky en torno a un publicación que acaba de hacer y en la que me cita. Vivencias de un terapeuta transformando su v...
-
A la antroposofía llegué por su medicina. Luego de años de padecer una sinusitis crónica con frecuentes episodios agudos que eran tratados c...
1 comentario:
Al respecto Nietzche decía, algo así: "el que lucha todo el tiempo contra los dragones termina convertido en dragón". No se puede luchar contra la singularidad. De ahí la fascinación de Lacan por la diaéctica del deseo en Hegel, y la afirmación radical del deseo como identidad en Spinoza.
Publicar un comentario