Dijo algo así como que las iniciativas humanas hechas por buenas personas fracasan porque, precisamente, las buenas personas, se creen buenas personas. Por lo tanto, dijo, vamos a comenzar esto comprendiendo que somos "egoístos" (es alemán) intentando relacionarnos con otros egoístos para formar un colegio.
Grande y básica verdad, todos somos completos, simples seres humanos, con de lo bueno y de lo malo. Y si creemos que sólo traemos la parte buena, el resto se nos colará por donde menos pensamos y zaz !
Estuve en cierto valle de cierto norte de cierto país. Este cierto valle se ha ido haciendo fama entre las gentes alternativas, que nos sentimos buenos, ecológicos, amorosos y muy especiales. Intercambiando con las ciertas gentes del cierto lugar, locales y allegados, supe de algo notable.
El cierto valle tenía ciertas fiestas para la época de cosecha, carnaval y otras tantas ocasiones ruidosas, musicales y alcohólicas. Celebraciones de larga tradición. Con la llegada de los buenos afuerinos que traían toda la buena onda de la pacha mama y la new age, al instalarse fueron sintiéndose incómodos con el ruido y el desbande de estas situaciones. Buscadores del silencio y la paz para la meditación y la preparación de sublimes perfumes para la venta al turista, la venta del silencio para el turista new age internacional, las ruidosas costumbres de las fiestas locales les hacían daño.
Como en general la gente buena new age somos educados, generalmente universitarios y no pocas veces muy bien emparentados... sucede que en poco tiempo lograron la influencia política necesaria para la paz del espíritu. Se prohibieron, se eliminaron todas las celebraciones ruidosas. De hecho y de yapa, prohibieron el funcionamiento del único camping local que acogía mochileros sin pedirles pasaporte de Vitacura/La Reina.
Al día de hoy reina la paz de los adoradores de Shiva, Shakti, Ego, y otros cuantos seres de luz, en un nortino valle de un cierto país latinoamericano. Al día de hoy los locales recuerdan con nostalgia los momentos de fiesta catártica con la que crecieron y no entienden qué traen en la cabeza estos modernos allegados de la buena onda, desarrollados meditadores y maestros del espíritu, incapaces no sólo de aceptar la celebración sino de comportarse como buenos invitados, que lo son.
No hay comentarios:
Publicar un comentario