Marcos (desde la Almohada)

- era muy niño yo... hasta hace poco pensaba que no me había pasado nada... - con el golpe... pero tomaron presos a tus padres... - si... pero es raro... siempre fue un dato nomás... algo de la vida de uno, no se si se entiende... normal... a esa edad uno no conoce tantas vidas, lo que sucede sucede y es la vida.. normal... - y qué pasó.. - El año pasado mi hija vino a entrevistarnos acerca de lo que habíamos vivido... en el golpe.... y ahí contando historias... me desarmé... me desarmé wn... (llora profusamente)... fue terrible... no entendía nada de lo que pasaba... y mis abuelos que me cuidaron me trataban de mantener en una vida normal... yo estaba aterrado wn... (entre sollozos con hipo, me duele a mí hasta el alma, me saltan lágrimas, se me desarma todo a mí, aquí, ahora... Mientras Fernando repasa su historia, me doy cuenta de que vivo el mismo equilibrio precario, e intento escucharlo mientras me lleno de ese niño aterrado que yo fui... vuelvo a él...) ... aterrado... era un colegio de mierda, lleno de momios, todos celebraban la caída de Allende... me sentía como un delincuente encubierto... y así pasé toda la escolaridad... escondiendo mi vergüenza, mi dolor y mi repugnancia por sus vidas de Vitacura... - fuerte experiencia para un niño.. muy prolongada... - ...me pasé así toda la escolaridad wn... ni me acuerdo a cuando volví a vivir con mis padres... fueron años... no tengo idea si estuvieron fuera de Chile o no... nunca se habló... ¿te podís imaginar? ... nunca se habló... Y yo ahí haciéndome el pelotudo entre puros momios cuicos platúos que celebraban el golpe... los odiaba y envidiaba con sus fundos su disneyworld, tenían unas hermanas liiindas, de piel lisita... olorositas... rubias... colorinas... yo me parecía más a las nanas... que eran bien ricas iwal... jajajajj jajaja ay! qué .lío.. a esos wnes los odiaba y envidiaba... pero también los quiero... me trataban bien y tenían re claro que yo con cuea olía a colonia inglesa y no a las cosas ricas que había en sus vidas... pero vivía escondiendo mi realidad... siempre me sentí un impostor... tengo 55 años y todavía lo siento... soy el dueño, y jefe de varios de ellos... pero igual... no me conocen en Cachagua... cuando me compré la casa hice el puro ridículo nomás.. no tengo los apellidos... no me conocen en el banco... ellos tienen primos y tíos en todas partes... estoy cagao... soy lo que soy nomás...