21/1/10

Eduardo, Sebastián y los irresponsables de siempre.

Nuestras recientes "elecciones" presidenciales me dejaron algo frío, indiferente. Puede ser que mi cómoda vida burguesa no se vea muy afectada por las posibles diferencias, o que mi poca inteligencia no me permita el análisis apropiado para llegar a niveles importantes de angustia por el futuro, de tal modo que me importe.

Por otra parte, para qué estamos con cosas, Sebastián, como le dice la gordi, es un DC. No es la derecha terrorífica, la que inicia un mandato dando gracias a la presi y recibiendo en su casa al contendor. Si son amigos, de chicos, son medio emparentados, negocios, Cachagua, ¿cachai?

Bien bueno está por otra parte, que la mitad del país que se ha comido 20 años de derrotas electorales, tenga la posibilidad de celebrar abiertamente, la verdad lo sentí como la indispensable liberación de un gas atravesado en las intestinas redes sociales de este país.

Respecto a la escandalera de muchos concertacionistas con lo que pueda venir, no estaría mal recordar e imaginar, para los que estábamos del lado del "NO" cuando Pinochet nos preguntaba si lo queríamos o no, ¿Cómo sería estar del lado de los Pinochet Boys aterrados viendo que los "comunistas" llegaban al poder terminando con 30 años de autoritarismo tranquilizador? Se tuvieron que comer los nervios y asistir a estos últimos 20 años en que se pudo ver que ni locos ni comeguaguas, algo mediocres, algo corruptos, algo decentes, trabajadores y eficientes, no tan de izquierda, un poco impredecibles, los gobiernos de la concertación han administrado el país con decencia mínima, como seres humanos.

¿Son los concertacionistas los "buenos"? .... ..... Churra.

Bueno, hasta ahí con las elecciones, que me dan lo mismo. El punto de todo esto era precisamente que me desespera su poco ver gente sentada a una mesa bien provista y bien regada, depositando su confianza en un candidato y sentándose a esperar que se hagan las cosas, con mucho discurso, asado y vino.

Qué podrá cambiar en una sociedad si cada uno de sus miembros deposita la esperanza de que se hagan las cosas en un administrador.

¿Cuántas acciones inmediatas, locales, en el entorno de nuestros hogares, podrían cambiar muchas cosas de las que nos quejamos cotidianamente?

¿Dependerá de Sebastián, de Eduardo o de cualquiera lo que hagamos con nuestra basura, el trato a quienes dependen de nosotros, nuestro nivel de desarrollo y trabajo?

No hay comentarios:

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...