Tantos medigos, esquinas, lava parabrisas, malabaristas, contorsionistas, simples llorones mendicantes, payasos, magos, banderilleras, pedigüeños de toda calaña.
Esquinas de Santiago, de las urbes del mundo. Proceso en desarrollo.
Sí, el "desarrollo" desarrolla, pobreza también.
Más tecnología, más potencia, más lujo en tu nuevo auto, más mendigos, más contaminación, más abismo de clases. Más fantástico tu auto, más desagradable llegar a la esquina en rojo, mientras atisbas de reojo cuántos menesterosos esperan el aterrizaje de tu super nave para arrimarse a pedir.... calculas, en qué posición quedarás, quizás te salves.
¿Salvarse de qué?
Del impacto de la realidad. De la simple realidad que en una esquina da cuenta de la violencia del "desarrollo" moderno.
Muchos tenemos grandes explicaciones para evitar dar limosna. Justificaciones de todo tipo, escuchamos o decimos que esas personas deberían buscar trabajo, que elgobierno no se hace cargo...
Mientras llenamos nuestras mentes y bocas de palabras, esas personas tienen vidas reales transcurriendo en las calles.
¿Se aprovecha alguien que por muy sano que esté está en la calle mendigando?
Difícilmente, alguien que llega a eso por la razón que sea tiene el legítimo derecho de apelar a la compasión de sus conciudadanos para resolver su vida cotidiana.
Si alguien tiene oportunidad de hacer otra cosa y se queda en la calle, no se hace un bien tampoco. Lo ético de trabajar, de DAR algo a cambio de lo que RECIBES, de entregar para poner algo en tu mesa, no lo alcanza.
Y el que no tiene otra, por muy sano que parezca a nuestros ojos, debido a vaya uno a saber qué circunstancias no ha podido hacer otra cosa, ahí está, delante tuyo, y te pide.
Eso es ineludible. Aunque le hagas el quite, se lo hiciste a la persona del mendigo, pero no al encuentro de la realidad.
Me parece que la limosna es un modo posible mientras no haya otro al alcance, de compartir cuando se tiene con alguien que abiertamente lo necesita.
Hay mafias de mendigos, es cierto, son explotados, sí, pero eso también es una manera de vivir. Y nuestro lindo discurso acerca de no alimentar a las mafias no resuelve el día a día que nadie resuelve, de millones de congéneres miserables. ¿puedes tú ofrecer una alternativa?
Tender la mano, es tan básico, atávico quizás.
¿¿Las instituciones de caridad?? A cuánto funcionario ocioso financias con tu aporte, antes de que llegue una ayuda efectiva a un verdadero necesitado. Grandes instituciones internacionales, lindos edificios hechos por grandísimos arquitectos, que no trabajan gratis por cierto, enormes y fastuosos jardines, cristales ahumados, alfombras, perfumes, glamour whiskerdoso, muchos idiomas, buen café, oficina insonorizada, climatizada. Sueldos amplios, jornada laboral corta y flexible. Una gran masas de "cientistas sociales" dedicados a producir y evaluar "proyectos" notables discursos sociofilosóficos que engrosan el archivo del ego científico de buenos burgueses.
¿Cuántos recursos, infinitos recursos, destinados al sociólogo chic, antes de llegar a ser un plato de comida, ropa, techo para quien no alcanzó ni a educarse?
Limosna es lo que recibimos quienes vivimos de hacer malabares con las ideas.
Matías Fernández Depetris
Psicoterapeuta sin club discípulo de Groucho Marx
(Fundador y miembro único de Psicoterapia Sinclubista Marxista)
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