Anoche cené con un querido amigo y su hijo mayor en los veintitantos. Mi amigo médico, bien instalado con todos los créditos correspondientes y las angustias asociadas al futuro, ha estado muy preocupado porque su hijo es atípico, pasó por varias carreras universitarias, no se quedó en ninguna, se fue a vivir pobremente a un barrio proletario y se ha interesado en la educación popular. No le pide plata, rara vez le acepta regalos. Es un tipo sencillo, muy digno, muy amoroso, también implacable en lo que dice y piensa.
El pendejo me dejó mudo.
Es un tremendo líder social, pero no desde el discurso, sino desde la acción más directa y lúcida. Ni se preocupa, ni okupa, se ocupa seriamente.
Aborda problemas y los resuelve con lo que tiene a la mano.
Se tomaron una casa desocupada en lo más proleta de Santiago.
Viven en comunidad, en la casa desarrollan talleres para niños del barrio. Apoyo escolar, involucrando educación para la autonomía y la libertad.
El lugar es limpio, bien organizado.
No son ingenuos ni inermes. Son tremendamente serios.
Dentro de su red de apoyo hay un "piquete jurídico"
Cabros como ellos que estudian y se conectan con abogados de alto nivel que están "en el sistema" y desde ahí los asesoran, gratis, para que puedan sacar del resquicio legal la posibilidad de desarrollar su proyecto.
La fuerza que eso tiene ha hecho que el abogado del dueño haya ido haciendo acuerdos con ellos para la ocupación de la casa.
Reinstalaron luz y agua, pagaron cuentas mientras pudieron.
"¡ No somos romántico pos tío !"
me dijo cuando le pregunté si se podía servir de recursos de personas en el "sistema", usan todo de una manera no ideológica sino simplemente práctica.
Son IMPECABLES.
A la casa no entra nadie con "cola" (antecedentes delictivos, penales, policiales),
nadie que no tenga algún trabajo o no esté interesado en trabajar seriamente.
No toma, no fuma. A la casa no entran drogas.
Al principio pasaban hambre.
Hicieron un horno de barro.
Hacen pan. Lo venden.
En el barrio, porque comprenden que el asunto no es sólo ganar dinero, comer.
El asunto son las redes sociales. la convivencia, la comunidad.
Los vecinos los adoran. Los apoyan. Envían sus hijos.
SU PROYECTO GRANDE ES UNA ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS PARA NIÑOS.
Su idea es des-escolarizar, alternativa a la escuela estatal que forma consumidores_obreros, para
ofrecer una formación en oficios diversos, huerta, energías alternativas.
Seres capaces de generar núcleos sociales autónomos, menos dependientes de la economía de las corporaciones y sus perversiones.
Su trabajo es increíble, sencillamente increíble. Simple y claro, decidido, efectivo, real.
Tiene todo el esquema conceptual armado.
Pasó por varias carreras universitarias, no se quedó en ninguna, pero de todas aprendió algo.
Lleva años aprendiendo en la calle, en el trabajo.
Se sirve de redes locales no jerárquicas insospechables en la fuerza y apoyo mutuo.
HORIZONTALIDAD es el punto clave de las redes.
Está desarrollando la red económica para crear su escuela. La tiene más que clara.
Está por entrar a trabajar en una panadería. Integrando el sueldo y las relaciones, más el aprendizaje, a su proyecto de escuela.
Su trabajo en un punto me impactó por la sólida integración.
Me dijo "Si no se trabaja uno, no hay trabajo social y viceversa" Está en terapias, hace años.
Me acordé del voto budista del bodhisatva que no dará el último paso de la iluminación mientras no haya acompañado a sus congéneres al mismo punto.
Habla del estallido de consciencia, de despertar, de sanarse.
Cosas que tanto escuchamos en boca de tanto hipnotizado new age (que no sé qué tiene de "new").
Él lo hace pensando que sólo es posible si trabaja para vivir, en comunidad, educa niños de su barrio, participa de redes sociales de desarrollo y busca montar su escuela, sanándose. ¿No es eso espiritualidad pura? sin incienso, sin yoga, sin autobombo.
Finalmente, la guinda de la torta, su persona, no parece importarle demasiado. No busca tribunas.
En algún momento su papá le cuestionó algo y el muchacho trajo uno de sus primeros recuerdos.
"...Estábamos en una marcha, en la población "La Bandera"
...Yo arriba de tus hombros y gritábamos con la gente,
¡ El pueblo, unido, jamás será vencido ! ".
Pensé, cierto, nos pasábamos gritando eso, este niñito que creció en eso, no lo grita, no lo dice, no lo escribe, lo hace.
Están re_uniendo al pueblo.
No para una guerra, para la vida.
Después de atravesar el dolor y la vergüenza que me hizo sentir.
Me queda un suave sentimiento de alegría, al ver que en algún rincón
Los seres humanos aún llevamos semillas humanas, no transgénicas.
Viva lo vivo !
1 comentario:
...Matías, quizás me recuerdas, quizás no...caí de casualidad en tu blog... refrescante (aunque necesariamente inquietante) espacio.... salu2
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