14/10/08

Represión y Shenpa

La idea psicoanalítica de Represión, cuando algo no puede hacerse presente a la consciencia por resultar inaceptable para nuestra propia idea de nosotros mismos o de lo aceptable e inaceptable, tiene un interesante paralelo en la práctica budista, como en otras comúnmente vistas dentro de las esoterias orientales.

Escuché una grabación de Pema Chödrön, monja budista tibetana y parte de la organización Shambhala. Habla de un concepto que no había escuchado antes, aún cuando es una idea implícita y englobada en los conceptos de ego y apego (ap_ego).

Shenpa. Se refiere al hecho de que en la meditación, sea práctica sentada o en momentos post, cuando estamos invitados a abrirnos, suspender todo juicio acerca de lo que se nos presenta en la mente, abandonar bueno o malo, simplemente, estar ahí. Convivir con esas presentaciones. A veces esto se nos hace imposible, quedamos enganchados a un autoconcepto que no admite vernos de cierta manera. Un proceso del ego que nos cierra, nos cierra a la experiencia llana, fundamental de nosotros mismos tal cual fluye. El camino budista se dirige a esto. Se habla de hacerse amigo de uno mismo.

Esto me recuerda la idea de R. Laing, psicoanalista inglés mistificado como antipsiquiatra por su valiente enfrentamiento al modo opresivo con el que el mundo de la salud mental "trata" a los consultantes.

Laing habla, en "La Política de La Experiencia" de la diferencia en el plano terapéutico de enfrentar al consultante como un objeto para cambiar, versus alguien para aceptar, tal como es, acompañar su autodescubrimiento.

Los budistas zen te dicen "za zen", siéntese honestamente. El encuentro terapéutico (y concibo al psicoanálisis tal cual), lo concibo de ese modo, una reincidencia insistente en sentarse honestamente, con uno mismo, sin juzgar, hacerse amigo de uno.

1 comentario:

LTuane dijo...

Hacerse amigo de uno mismo… (De tu texto Represión y Shenpa)

Vino a mi mente distintas ideas, simples pero que a veces no consideramos……….difícil hacerse amigo de uno mismo si uno es “muy amigo de algo”, sobre todo de ideologías y/o personajes idealizados. Entendiendo ese “muy amigo” como algo que no alcanza a ser una relación, creemos estar en relación, pero ese algo ocupa, llena el espacio. Nos dejamos de ver a nosotros mismos y a estar frente a un otro, una persona.

Llegamos a nuestro oficio llenos de vida y de nosotros mismos y de a poco sin darnos cuenta en esta “amistad” nos desconectamos y nos despojamos de lo más genuino. Es muy triste y doloroso, es muy falso y deshonesto, estar en esto habiéndonos desconectado. Este quehacer que algún día amamos, digo amamos porque tiene mucho de pasión, podemos llegar a sentirlo vacío, sin sentido……..la única posibilidad de estar vivos es retomando lo que somos, lo que esa “amistad tan cercana” asfixió.

Esa “amistad” que nos enrola como en los ejércitos, nos entrega todo muy ordenado y claro, pero que curiosamente nos hace sentir muy distintos, muy inteligentes, muy especiales, muy distintos muy muy. Hasta que un día……….viene el porrazo.

Creo que los conceptos, las teorías, los personajes y las autoconcepciones son necesarios, contribuyen mucho, siempre y cuando quede el espacio para pensar, transitar, mirar, y por sobre todo contactarnos con nosotros mismos.

De algún modo siento que esa es tu propuesta, transitar, quedarte un rato, tomar lo que te haga sentido, seguir otro poco, tener el espacio , ese espacio que permite entre otras cosas desmitificar, descategorizar………..poder indagar y dar a conocer aspectos de nuestro mundo psi que muchas veces no sabemos( como la proximidad entre Laing y Winnicott)……..poder criticar no desde la rebeldía ni el encono, a Freud, que no se por qué cresta casi nadie hace. Esto es muy ridículo y absurdo, se supone que estamos para pensar y encontrarnos, y en cambio estamos llenos de santos a quienes venerar. Si uno lo mira desde de fuera es tan ridículo como los movimientos dentro de la iglesia católica (eres legionario, schoenstatiano, opus) algo hay que ser, y por último ser católico u otra cosa. Repito a cada rato “algo” y “cosa” porque creo que en eso nos convierte, en un algo , nos desconectamos de nosotros mismos.

Bueno hablé muy desde lo que siento, pucha que cuesta ser amigo de uno mismo!!!!

Hay un libro muy lindo e interesante, del cual hace un tiempo te hable en relación a la pintura, es: “The Suppressed Madness of Sane Men” de Marion Milner (psicoanalista y pintora), donde habla de manera muy clara sobre la experiencia de conciencia interna , lo liga que a la experiencia corporal y como en vez de ensimismarnos o encerrarnos nos abre al contacto con el mundo con el otro , lo relaciona a las sesiones de psicoanálisis el movimiento que se genera a partir de la conexión del terapeuta consigo mismo.

Lili

A mis hermanos Psi

Queridos hermanos, Marx. Agradezco la conformación de esta cofradía de selectos analistas, y un antianalista sinclubista retirado, en este ...